Los gases fluorados son cruciales para la transición ecológica
Para combatir el cambio climático es necesario un cambio fundamental en la forma en que producimos y utilizamos la energía. Esto implica depender menos del carbón, el petróleo y el gas natural para abastecer de energía a la sociedad y más de recursos renovables como la energía eólica y la solar. También implica la electrificación de la calefacción y la refrigeración (por ejemplo, reemplazar las calderas de gas por bombas de calor de alta eficiencia) y avances continuos para mejorar la eficiencia energética y reducir el consumo de energías no renovables.
Eficiencia energética e impacto climático
Los gases fluorados ofrecen un desempeño y eficiencia energética superiores en todas las aplicaciones y condiciones climáticas, lo que los convierte en elementos indispensables para crear una economía descarbonizada y permitir una transición rápida a las energías limpias. Los llamados refrigerantes “naturales” simplemente no están a la altura. Aunque tienen un bajo potencial de calentamiento global (GWP), su relativa ineficacia y sus deficientes características térmicas provocan en muchos casos un aumento del consumo de energía. El consumo de energía se traduce en un aumento de las emisiones de CO₂, que aceleran aún más el calentamiento del planeta.
Los peligros de los “naturales” tampoco acaban ahí. Los sistemas de CO₂ son notoriamente complejos, los de amoníaco presentan requisitos añadidos de mitigación de riesgos y los de hidrocarburos tienen problemas de escalabilidad debido a su inflamabilidad y a las limitaciones de tamaño de las cargas. Estas deficiencias requieren más recursos y más energía, lo que se traduce en un alto nivel de emisiones “indirectas”.
Un aliado bienvenido
Con un potencial de calentamiento global de bajo a ultrabajo y una excelente eficiencia energética, los gases fluorados actuales son un aliado bienvenido en el esfuerzo por descarbonizar la economía y frenar el cambio climático. Los gases fluorados son indispensables para favorecer la rápida electrificación de la calefacción y la refrigeración mediante tecnologías de bombas de calor. (Si bien los “naturales” pueden ser utilizados en bombas de calor, sus limitaciones de rendimiento anulan sus ventajas).
Los gases fluorados también son cruciales para el progreso en otras innumerables aplicaciones modernas, desde bombas de calor de autonomía extendida para vehículos eléctricos hasta sistemas de refrigeración por inmersión de alta eficiencia para centros de datos.